¿Qué es la motricidad?

La motricidad se refiere a la capacidad de controlar los movimientos del cuerpo. En ella, intervienen todos los sistemas de nuestro cuerpo y va más allá de la realización de movimientos y gestos. Incluye además la espontaneidad, la creatividad, etc.
Al nacer un niño sus movimientos son involuntarios e inconscientes. A medida que van creciendo van volviéndose movimientos intencionados pero con muy poca coordinación hasta que ya son completamente capaces de coordinar y dirigir todos los movimientos.
Una de las primeras manifestaciones de la motricidad es el juego, que poco a poco se va haciendo más complejo con los estímulos y experiencias, lo que hace que los movimientos cada vez sean más coordinados.
La motricidad se relaciona con todos los movimientos que de manera coordinada y voluntaria realiza el niño con pequeños y grandes grupos de músculos. Estos movimientos constituyen la base para adquirir el desarrollo de las áreas cognitivas y del lenguaje.
El ritmo de evolución, como siempre, varía de un niño a otro. Cada niño lleva su propio ritmo y su desarrollo.Vivimos en una era de sedentarismos infantil, un tiempo en el que la obesidad ha alcanzado a los niños y niñas más pequeños. Lejos han quedado (en muchos casos) esas tardes en el parque, montando en bicicleta, practicando algún deporte…en definitiva realizando alguna actividad que aporte a nuestro pequeños un desarrollo físico y social.
En muchas ocasiones todo esto está condicionado por el trabajo, las obligaciones, la falta de tiempo…pero hemos de plantearnos pequeños retos con ellos.
Los niños desarrollan dos tipos de motricidad a la vez: la fina y la gruesa.
- Las destrezas de motricidad gruesa comprende los movimientos motrices complejos como lanzar objetos, patear un balón o saltar la cuerda, subir o bajar escaleras, etc.
- Las destrezas de motricidad fina se refieren a las actividades que requieren la coordinación ojo-mano y la coordinación de los músculos cortos para realizar actividades como recortar figuras, ensartar cuentas o agarrar el lápiz para dibujar.
Es por ello que recomendamos estimular la motricidad de nuestros hijos desde temprana edad, en casa y acudir de inmediato con un fisioterapeuta o Pediatra si notamos algún retraso o dificultad para realizar alguna actividad.